Mes: marzo 2014

¿Has ido a la mani del aborto? ¡si eres un hombre!

Esta pregunta que parece tan absurda ya me la han hecho 3 personas, todas mujeres, de diferente edad. Esto me ha Mani 8M Gasteizproducido una gran preocupación interna. Es cierto que ni con toda la empatía del mundo puedo ponerme en la piel de una mujer, es cierto que no puedo sentir lo que sienten estas compañeras cuando les recortan sus derechos sexuales y reproductivos, cuando sufren desigualdad en el trabajo o cuando sufren violencia machista.

Pero por esa regla de tres, si puedo «permitirme» pagar la luz, ¿por qué tendría que protestar contra la «pobreza energética»?; si no me van a dejar en la calle, ¿por qué tendría que presionar para evitar los desahucios?; si tengo seguridad laboral ¿por qué tendría que hacer huelga en una huelga general? La respuesta es clara, por transformar la realidad, por cambiar este sistema «devora-personas», por solidaridad con las personas que sufren estos males.

Estamos en una sociedad donde si no te afecta algo, no tienes por qué protestar. Del «pueblo unido» hemos pasado al «yo y mi vida». En una generación hemos perdido las ganas de luchar, de salir a la calle, de cambiar las cosas. Salvo que mi culo esté en juego, entonces, igual sí, pero en cuanto acabe mi problema, sea cual sea el final, se acabó la lucha, y aparece esa famosa frase «si ellos no me han ayudado, ¿por qué tendría que hacerlo yo?».

Pues yo voy a seguir saliendo a la calle, aunque sea un hombre seguiré defendiendo el derecho al aborto, a la igualdad y me manifestaré contra la violencia machista. El problema no es que yo proteste por cuestiones que no me afectan directamente, el problema es que tú no sales a la calle.